Resumen
Es la historia de un niño quien dice ser hechicero, él vive en una tribu llamada Upa-upa, y como toda tribu tienen su rey, su hechicero y su Dios, Uranga, Bua y Upa-upa respectivamente.
Este niño es especial, ya que, todo el pueblo lo conoce por su misteriosa sonrisa, esta sonrisa vuelve locos a sus padres y a todo el mundo, la gente no sabe que hacer, los vuelves locos a todos con sus rarezas.
Un día Torora es enfrentado por el hechicero de su pueblo, diciéndole que todo lo malo que pasa en su pueblo era gracias a él y sus rarezas, totora no se quedo atrás y le respondió que él era un hechicero (aun sin tener ningún poder), Bua al escuchar esto se largo a reír y le dijo que no servía para nada. Totora se tomo muy a pecho estas palabras y decide irse de la tribu de los upa-upa.
Al día siguiente ya internado en la selva se encuentra con 2 hombres negros con los cuales conversa amigablemente y lo llevan a su pueblo.
Al llegar al pueblo lo recibió su rey, y le pregunto quien era, y el niño respondió: soy totora un hechicero. El rey se largo a reír y le dijo que como era eso posible siendo solo un niño, así que, pruébalo, has que se prendan todas las hogueras de todo el pueblo, y si no puedes con eso intérnate en lo más denso de la selva y al día siguiente regresa sano y salvo…
Totora no sabía qué hacer y se paseaba por todo el pueblo, pensando en cómo iba a prender las hogueras, luego de un rato se sentó en lo más alto de unas rocas y siguió pensando aunque serenamente y muy tranquilo
Totora sentía una gran calma y aguardaba los acontecimientos. De un momento a otro alzo los brazo y grito ¡fuego! y un enorme fuego se encendió comenzando a subir por los arboles, la tribu al darse cuenta de este fenómeno le pedía que por favor lo apagara, totora tomo un tambor (por primera vez) y empezó a tocar, seguido de eso el fuego seso quedando solamente las hogueras prendidas.
El jefe de los Kimanes lo nombro hechicero del pueblo y día siguiente iban a ejecutar a los 3 hechiceros antiguos. Llegando la mañana siguiente estaba todo dispuesto para ejecutar a los 3 hechiceros pero totora se opuso y los salvo de la muerte.
Entre tanto llegaron 3 jinetes de otra tribu (la tribu de los Chanidos), la tribu de los Chanidos, preguntando qué era lo que había sucedido, que eran esas llamas tan gigantescas, y contando que a raíz de esas llamas los animales salvajes de la selva tratando de huir atacaron su tribu destrozando y matando todo a su paso, a lo que el jefe de la tribu respondió fue obra de “totora el del fuego” nuestro nuevo hechicero.
Quedando los 3 jinetes conforme con la explicación se van devuelta a su pueblo.
Al llegar a la cosa Totota le dijo a los hechiceros que se quería ir al anochecer, los 3 hechiceros contestaron de forma inmediata que ellos se encargarían de todo.
Llegando el anochecer los hechiceros llamaron a totora y lo dirigieron hasta el río, indicándole una canoa con armas y alimento para su viaje, totora subió y a la canoa y se perdió en la oscuridad de la anoche.
Luego de un rato de navegar totora se queda dormido y tiene un sueño muy extraño, sueña con upa-upa, el cual le habla y le responde todas sus inquietudes sobre cómo ser un hechicero, Upa-upa le dice de una u otra manera que no confié en los demás hechiceros, que son todos unos mentirosos y que mienten para vivir.
Luego de despertar Totora se dio cuenta de que estaba a la orilla del río y decidió atracar, ahí se topo con uno de los jinetes y totora le dice “valla, eh llegado a la tierra de los Chanidos”, a lo que el jinete respondió “y llegas oportunamente” porque Kuna nuestro hechicero quiere hablarte. Al llegar al pueblo Kuna estaba en la cosa con un enfermo (su rey) y la gente del pueblo afuera haciendo un rito para que la salud de su jefe mejorara.
Totora y Kuna se encuentran, el hechicero le pide que lo acompañe y lo lleva donde el enfermo y le dice que el no merece morir, que debe vivir para siempre, a lo que totora responde con un gesto, pone su mano sobre la cabeza del jefe de la tribu y dice “¡debes vivir para siempre!”, luego de un minuto al ver lo que estaba pasando, Kuna quedo anonadado, no podía creer lo que estaba pasando, el jefe se estaba convirtiendo en piedra.
Totora le pide al hechicero que coloque a la estatua en el centro de la cuidad y le dice a Kuna que su jefe allí vivirá para siempre.
Al rato siguiente Totora y Kuna conversaron largo y tendido, el hechicero le pedía que por favor se quedara y le enseñara todo lo que sabia (porque Kuna todo el tiempo que fue hechicero solo mintió, no sabía nada de hechicería), sin embargo totora le dijo “olvídate de que eres un viejo y no crees en nada, volviéndote niño y creyéndolo todo”, así conseguirás ser un buen hechicero, luego de unas horas conversando Totora decide irse.
Al internarse en la selva Totora divisa a lo lejos un monte y decide ir hacia allá, al llegar al monte la neblina no lo deja ver nada, sin embargo repentinamente aparecen rayos de luz y lo primero que ve es una gran escalera seguido de un castillo con una gran ventana abierta, sin pensarlo 2 veces totora decide subir la escalera, al entrar se lleva una gran sorpresa, ese era el castillo de Upa-upa. Y al encontrarse con él comenzaron a charlar, Upa-upa le daba consejos, muy lindos consejos para que el fuera un gran hechicero y en un momento Upa-upa le dice que se acerque a la ventana y mire a todos los pueblos.
Totora quedo atónito al ver a todos los pueblos y dijo que quería regresar, pero antes de irse Upa-upa le dijo “anda y haz lo que sabes hacer, y diles que la verdad es más hermosa que la mentira”.
Totora emprendió vuelo de noche, así que espero a la mañana siguiente para seguir, cuando ya los caminos estaban iluminados en su trayecto devuelta a casa se encontró con los Chanidos y Kuna le ofreció escoltas y un gran elefante para que llegara bien a su pueblo (a pesar de que no los necesitara), al llegar, Upanga lo recibió con una gran ceremonia, en tanto el pueblo de los Upa-upa corría por todos lados, sonaban tambores, gritaban los niños, se agitaban las mujeres y los hombres ponían cara muy seria.
Upanga se extraño de que Totora llegase sin ninguna presente, sin embargo, Totora le tenía una gran sorpresa y dijo en voz alta: “el pájaro de la lluvia, el pájaro del viento y el pájaro de la dicha deben ser los compañeros de mi señor.”
Pero nuevamente el pueblo entero se extraño con estas palabras y al ver las manos vacías de totora, de pronto Totora alzo las manos y grito muy fuertemente, de inmediato aparecieron los 3 pájaros que había nombrado anteriormente. Diciéndole al jefe que los ocupara cuando él quisiera solo con hacerlos cantar.